Construyendo un Futuro Sostenible:
GESTIÓN AMBIENTAL EN PROYECTOS

 
 

Antes de hablar de la Gestión Ambiental en los proyectos, la cual busca minimizar los impactos negativos asociados a las actividades inherentes de las obras, es importante conocer qué es la gestión de un proyecto y cuáles son las etapas que la componen. En este sentido, la gestión de un proyecto es el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos y actividades necesarias para alcanzar los objetivos, en tiempo, costo y calidad.

La primera etapa corresponde al inicio, en esta se deben definir los objetivos, identificar las partes interesadas y asignar un responsable del proyecto. Posteriormente en la planificación, se establece el alcance del proyecto, los recursos físicos y humanos, y se elaboran los planes de trabajo con el fin de poder dar paso a la etapa de ejecución donde se integran todos los recursos para el desarrollo de las actividades definidas. 

Durante la siguiente etapa se realiza el seguimiento y control del avance del proyecto y, en caso de desviaciones, se proponen y/o ejecutan las acciones correctivas para encauzar y dar cumplimiento a los objetivos propuestos inicialmente.

Por último, en la gestión se realiza el cierre donde se verifica que todos los entregables del proyecto se hayan realizado, que los objetivos se hayan cumplido, se consolida la información generada y se realiza el cierre administrativo.

Teniendo claro el concepto de gestión de proyecto, podemos hablar de la gestión ambiental, la cual desarrolla cada una de las etapas descritas anteriormente con un objetivo específico como es el de minimizar los impactos ambientales asociados, a través de la definición y el desarrollo de acciones que permitan prevenir, reducir, mitigar y compensar los posibles impactos ambientales negativos identificados, logrando un equilibrio entre el desarrollo del proyecto y la protección del medio ambiente, promoviendo la sostenibilidad y minimizando los efectos negativos sobre los recursos naturales, la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades que se encuentran dentro de la zona de ejecución de las obras.

Por otro lado, las condiciones ambientales actuales y las grandes afectaciones antrópicas al medio ambiente asociadas al crecimiento económico, requieren de la implementación de prácticas sostenibles durante todas las etapas de los proyectos que se ejecutan, incluyendo el uso eficiente de los recursos naturales, la adopción de tecnologías limpias, el manejo adecuado de los residuos generados y la implementación de energías renovables, lo que cual no solo minimiza los impactos ambientales, sino que traen beneficios económicos para las organizaciones a largo plazo.

Finalmente, adicional a la reducción puntual de los impactos ambientales relacionados con la ejecución de los proyectos, la gestión ambiental contribuye de manera significativa a la disminución de los riesgos asociados al cambio climático, a través de acciones que nos permitan abordar este desafío, como:

  • La reducción de las emisiones de gases efecto invernadero, mediante la implementación de tecnologías limpias, eficiencia energética, y transporte sostenible.

  • La adaptación de las comunidades a los impactos del cambio climático, mediante la identificación de vulnerabilidades y la implementación de acciones relacionadas con la gestión del recurso hídrico, la reforestación, la protección de los ecosistemas costeros y la planificación urbana sostenible.

  • La educación y la concientización sobre el cambio climático, sus implicaciones, las medidas para reducir su huella de carbono y cómo contribuir a la mitigación y adaptación.

  • Fomentar la colaboración y la cooperación entre diferentes actores como gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y comunidades, con el fin de trabajar juntos por la implementación de estrategias y políticas públicas que fortalezcan la respuesta al cambio climático y reducir los riesgos asociados.

En conclusión, la gestión ambiental en un proyecto es fundamental para garantizar la sostenibilidad y minimizar los impactos negativos en el medio ambiente, y a su vez contribuir a la disminución de riesgos con respecto al cambio climático, abordando ambos desafíos de manera integral, para trabajar hacia un futuro más sostenible.

Este texto fue escrito por Lina Jaramillo, coordinadora ambiental de SEDIC.